jueves, 21 de junio de 2012

Por qué persiste la gramática de la escolaridad



Jean Pierre Astolfi
 La gramática básica de la escolaridad poco ha cambiado en los últimos años, pues todo ha sido monótono desde la organización de las aulas, por grados y grupos, espacio, tiempo, como dividen el conocimiento por materias.
Por ello en 1902 John Dewey advirtió que la organización de las escuelas es muy indiferente a lo que se propone la enseñanza pues no concuerda con los objetivos que se persiguen.
Aquí se tomará desde donde surge la gramática de la escolaridad, cuáles son sus raíces, esta modalidad que ha regido por tanto tiempo a la educación y las escuelas y como ha quedado frustrada la idea de cambiar este tipo de prácticas, puesto que solo se ha logrado que sufra unas pequeñas modificaciones a lo largo de tantos años, solo pocos grupos de docentes empeñados en cambiar esta metodología han hecho que las alteraciones realizadas sean importantes para tomarse en cuenta, pues los maestros cuentan con una base para su labor docente y de ahí cuentan con una flexibilidad para adaptar a esta gramática de la educación sus propias perspectivas y/o metodologías, pero persiguiendo el mismo propósito ya establecido.
Se ha logrado crear un estereotipo de lo que es una escuela pues la gente ya está acostumbrada a ver lo que es por ejemplo una escuelas primaria en la cual un docente se encarga de transmitir el conocimiento a un solo grupo de estudiantes, le enseñan lo mismo a un pequeño grupo de estudiantes, mientras que en la High School los docentes enseñan cada quien en una materia especializada y por lo menos tienen que enfrentarse a 150 estudiantes diarios, que no alcanzan a conocer bien, es hasta la enseñanza secundaria cuando los alumnos aparentemente comienzan a decidir qué es lo que quieren estudiar por medio de la selección de la escualo ya sea de tipo general o técnica.
La gramática escolar no ha sido algo que ha aparecido repentinamente si no que se ha logrado ir creando a lo largo de la historia de la educación y las prácticas escolares de los mismos docentes, teniendo reformas, modificaciones y movilizaciones que han logrado una base sustentable para la educación.
La gramática de la escolaridad ha prevalecido ya que el resultado de su aplicación ha sido satisfactorio desde la forma de organización y control, conducta y conocimiento de los estudiantes, así que solo con el paso del tiempo solo se han logrado pequeñas modificaciones, que sirven como base para el trabajo docente. Al paso del tiempo, los innovadores frecuentemente han intentado: Crear escuelas no graduadas, aprovechar el tiempo, el espacio y los números de estudiantes como recursos flexibles para diversificar los periodos uniformes de clase, con aulas del mismo tamaño y estandarizar el tamaño de las clases.Fundir materias especializadas en cursos nucleares en júnior y sénior high schools, o bien introducir una especialización departamental en la escuela primaria. Y animar a los maestros a trabajar en equipos en lugar de actuar como individuos aislados en aulas separadas. La gramática común de la escolaridad ha demostrado ser notablemente duradera. Los administradores, en su mayor parte varones, dividieron el plan de estudios tradicional lectura, ortografía, aritmética, escritura y demás en las requeridas secuencias anuales v supervisaron a los maestros en su mayoría, mujeres para asegurarse de que estuvieran siguiendo los cursos de estudio. Pritchett consideraba el sistema educativo como una pirámide en la que quienes ocupaban la cumbre los expertos de las universidades debía fijar las normas para los de abajo.
El aprendizaje estaba siendo institucionalmente definido como pasar más tiempo sentado, afirmaron los progresistas, y la recompensa al término del rígido progreso era simplemente un "crédito".
 Parkhurst deseaba organizar las escuelas secundarias de tal manera que revolucionara la enseñanza y el aprendizaje al eliminar las clases autocontenidas, la recitación de clases enteras, los periodos de 50 a 55 minutos y las aprobaciones y reprobaciones anuales.
Tanto en el pasado como en el presente, los reformadores que han desafiado la gramática de la instrucción se han unido buscando apoyo y con frecuencia han sentido que formaban parte de un vasto movimiento educativo. Abrazaron metas comunes, formaron organizaciones para movilizar personas, ideas y fondos, trabajaron en colaboración para reducir un sentido de aislamiento y de roce, y para alentar la audiencia y el desarrollo de un personal docente.

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